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Revista Colombia Médica, Vol. 38, No. 4s2 , Jul./Sep. 2007, pp. 64-71 Niveles de ruido en la Unidad de Cuidado Intensivo Neonatal «CIRENA» del Hospital Universitario del Valle, Cali, Colombia Noise levels in the «Hospital Universitario del Valle» newborn intensive care unit «Cirena», Cali, Colombia Diana Lorena Fajardo1, Sonia Yurany Gallego1, Luz Ángela Argote2 1. Estudiante, Escuela de Enfermería, Facultad de Salud, Universidad del Valle, Cali, Colombia. Recibido para publicación abril 26, 2007 Code Number: rc07077 RESUMEN
Introducción: Los recién nacidos de alto riesgo requieren tratamiento y cuidados especializados por lo que ingresan en un área exclusiva de la unidad de cuidados intensivos neonatal, Cirena, donde permanecen hospitalizados por largos períodos y son más vulnerables a la exposición de múltiples agresiones físicas y ambientales como el ruido que pueden influir negativamente en su situación clínica y evolución posterior. Palabras clave: Ruido; Unidad de cuidado intensivo neonatal. SUMMARY Introduction: The high risk newborn babies requires special care and treatment then they have to be move to a exclusive area of the new born intensive care unit (Cirena), where they stay in the hospital during long periods of time and they are more vulnerable to multiple physics and environmental aggressions like noise that can make a negative influence on their clinical situation and post evolution. Keywords: Noise; Unit of neonatal intensive care. El recién nacido hospitalizado en las unidades de cuidado intensivo de neonatología (UCIN) está expuesto a múltiples agresiones físicas ambientales que pueden influir en su situación clínica y evolución posterior en forma de alteraciones fisiológicas, así como en su calidad de vida. El niño viene del medio intrauterino donde ha recibido una amplia variedad de estímulos cíclicos: auditivos, kinésicos y rítmicos. Al nacimiento hay un cambio obligado del ambiente, se encuentra en un entorno brusco de luces brillantes, ruidos altos y repentinos, experiencias dolorosas y agresivas que van a influir en la orientación de su conducta en el momento de la vida en que es más vulnerable, y a las que debe adaptarse. La Academia Americana de Pediatría y el Comité de Salud Ambiental recomiendan un nivel máximo de sonido de 45 decibeles (dB) en toda UCIN1-4. Dada la cantidad de personal y de equipos, el ambiente en las unidades de neonatología es muy complejo y puede crear estados de sobrecarga sensorial, sobre-estimulación y malas adaptaciones al desarrollo. Los niños prematuros y sobre todo los prematuros enfermos son los más afectados por estas condiciones, pues se les somete a sobrecarga sensorial junto con una amplia variedad de sonidos diversos de altos dB (telefonía, buscapersonas, alarmas, monitores, equipos de succión, de ventilación mecánica, bombas de infusión, conversaciones, etc.), que se superponen a las voces del personal de las salas y al llanto de los otros niños. Estos altos e inapropiados patrones de entrada sensorial pueden distorsionar las funciones del niño prematuro y alterar la organización de su conducta y de sus estados de sueño. Se ha demostrado que el ruido influye en algunas constantes fisiológicas, pues produce cambios en la frecuencia cardíaca, la respiración, la oxigenación, las fases del sueño, y alteraciones hormonales, así como episodios de desaturación y aumento de la presión intra-craneal en niños muy inestables. Los neonatos intentan hacer frente al estímulo de las luces brillantes, los ruidos fuertes en la UCI y a las manipulaciones relacionadas con sus cuidados. Los niños procuran autoprotegerse con conductas defensivas que corresponden a signos de estrés y de autorregulación. Los signos de estrés o de sobrecarga de estímulo pueden corresponder a señales físicas o cambios fisiológicos. Los signos de autorregulación u organización tienen por objetivo producir calma y ayuda para recuperarse del estrés. Esto sucede cuando el sistema nervioso central del niño es incapaz de regular la estimulación entrante. El neonato comienza a estar hiperactivo y más despierto y muestra esfuerzos crecientes para organizar sus sistemas motor y fisiológico a fin de alcanzar un estado de tranquilidad4-6. Desde el punto de vista del cuidado de enfermería, el fundamento de la teoría de Nightingale es el entorno. Según esta idea todas las condiciones y las fuerzas externas influyen en la vida y en el desarrollo de un organismo. Nightingale, de acuerdo con Marriner7, describe cinco componentes principales de un entorno positivo o saludable: ventilación adecuada, luz adecuada, calor suficiente, control de los efluvios y control del ruido. Surge entonces la necesidad de determinar si los niveles de ruido en la UCIN, Cirena, del Hospital Universitario del Valle son adecuados y si están dentro de los niveles permitidos para el bienestar del recién nacido, así como identificar las fuentes relacionadas con su incremento, con el fin de planear cuidados de enfermería que contribuyan a la tranquilidad del niño y le eviten efectos negativos en su desarrollo. MÉTODOS Es un estudio descriptivo prospectivo realizado en las diferentes áreas de la UCIN Cirena del Hospital Universitario del Valle. Recolección de datos. Las mediciones del ruido se efectuaron durante el mes de agosto de 2005, en un período de 7 días continuos, durante las 24 horas del día. Se tomaron series de medidas aproximadamente cada hora en cada área del servicio. Se utilizó un sonómetro digital modelo 8928 con un intervalo de medida entre 40 y 130 dB y 0.1 dB de resolución. El equipo se calibró antes y después de cada medida. Las variables fueron:
Los datos obtenidos se registraron en un instrumento que incluye las variables descritas. Este instrumento se sometió a pruebas de validez y confiabilidad. Posteriormente los datos se sistematizaron y se analizaron con el programa SPSS versión 11.5. Las variables cuantitativas se expresaron en la media, la desviación estándar y el error estándar, lo que permitió establecer si los valores están dentro de los niveles permitidos y en qué momentos se genera más ruido y cuáles son las fuentes. Se tuvieron en cuenta los principios universales de la ética y las disposiciones en materia de responsabilidad para el ejercicio profesional de la enfermería en Colombia, consagradas en la Ley 266 de 1996 como son: el respeto a la persona humana, beneficencia, autonomía, justicia, derecho a la información y a la intimidad y fidelidad; se siguieron los parámetros de las Normas Científicas, Técnicas y Administrativas para la Investigación en Salud, (Resolución Nº 008430 de 1993, Artículo 15) de la Dirección de Desarrollo Científico y Tecnológico del Ministerio de Salud. Se obtuvieron las aprobaciones del Comité de Ética humana de la Facultad de Salud de la Universidad del Valle y del Comité de Ética del HUV, sobre participación de seres humanos en investigación. RESULTADOS Se realizaron en total 1,034 mediciones del nivel de ruido durante los siete días del estudio, en las 10 áreas de la UCIN, Cirena, divididas por cubículos. Se tomaron 104 mediciones por cubículo, menos del cubículo 4 donde sólo hubo 100, porque estuvo aislado por una infección y no fue posible hacer mediciones en un período de 4 horas; en el cubículo anhelo de vida 2 se hicieron 103 mediciones. Los datos muestran que el día con mayor nivel de ruido, durante el tiempo del estudio (en todas las áreas), es el lunes con 62.01 dB, y el día con nivel de ruido más bajo es el jueves con 60.20 dB. Quizá esto se relacione con que en el día jueves se observó una menor cantidad de niños, especialmente en admisiones (Cuadro 1). De igual manera es posible ver que en general el área con mayor nivel de ruido es admisión 1 con 65.51 dB y la que genera el nivel de ruido más bajo es anhelo de vida 1 con 52.24 dB, posiblemente porque hay restricción del número de personas que ingresan a esta área (Cuadro 2).La Gráfica 1, ilustra la variación del nivel de ruido según períodos estadísticamente establecidos de cada tres horas, que se toman así para facilitar el análisis. No se encuentra una variación significativa en la mayoría de los cubículos, sin embargo los niveles de ruido permanecen altos las 24 horas del día, más de 45 dB, lo cual se traduce en que los niños no tienen períodos de reposo o de descanso. Es de resaltar que los niveles aumentan en los momentos relacionados con las medidas de higiene y confort, en la mañana entre las 9:00-11:00, y con la visita de familiares, entre las 15:00-17:00. Al analizar los niveles de ruido, por cubículo y día de la semana, es posible inferir que el área con mayor nivel de ruido es admisión 1 y el área con menor nivel de ruido es anhelo de vida 1, manteniéndose así durante toda la semana de la medición, como se puede observar con mayor claridad en la Gráfica 2. Los valores promedio del nivel de ruido de cada área, con sus respectivas fuentes generadoras de ruido son los siguientes: admisiones 1: 65.51 dB; admisiones 2: 63.75 dB; anhelo de vida 1: 52.24 dB, anhelo de vida 2: 53.23 dB; cubículo 1: 6.91 dB; cubículo 2: 63.81 dB; cubículo 5:61.64B; cubículo 6: 62.24 dB; cubículo 4: 6.58 dB; cubículo 7: 62.47 dB. El valor de los niveles de ruido puede variar según la presencia o no de las fuentes generadoras en cada área.De igual manera se reafirma que todas las áreas sobrepasan el nivel de ruido permitido para las UCIN de 45 decibeles (Gráfica 3). Para establecer con más detalle la diferencia entre los valores generales del nivel de ruido y los valores por área según las variables establecidas en la metodología de este estudio, se efectuó el análisis de cada área por separado, pues cada una de ellas tiene funciones específicas según el nivel de complejidad que se maneja. A través del programa SPSS versión 11.5 se hizo el análisis de estas variables y se seleccionaron aquellas con importancia estadística, las demás se excluyeron del informe.
DISCUSIÓN Hay una gran preocupación en las unidades neonatales de la actualidad por conocer sus niveles de ruido, modificar el diseño y los materiales, y sobre todo introducir una cultura de quietud y silencio importante para el adecuado proceso de recuperación de los recién nacidos. Con los resultados obtenidos durante el estudio fue posible visualizar la necesidad que tiene CIRENA de implementar acciones que disminuyan los niveles de ruido y de esta forma alcanzar los niveles óptimos, según lo estipulado por la Academia Americana de Pediatría, ya que cada una de las áreas donde se hicieron las mediciones dieron valores mayores de lo permitido. Según los resultados, de todas las variables introducidas en el estudio, se seleccionaron las de importancia estadística que aumentan los niveles de ruido en las diferentes áreas; de todas, las que en mayor grado elevan el nivel de ruido son: llanto de los bebés en cuatro áreas, entrega de turno con dos áreas, equipos con alarmas activas, la revista médica en un área, grabadora encendida en un área y personal médico en un área. Una fuente generadora de ruido que no se incluyó dentro del estudio, fue el timbre del teléfono, en el proceso de recolección de los datos se observó que este factor influye en los niveles de ruido de la sala y lo aumenta significativamente. De lo anterior se puede concluir que todos los miembros del personal de la unidad influyen en el aumento de los niveles de ruido, motivo por el cual gran parte del trabajo para disminuir estos niveles debe estar enfocado en la concientización del personal sobre la necesidad de modificar estas conductas. Según la Academia Americana de Pediatría, el nivel de ruido en las UCIN debería estar alrededor de los 45dB, en el día y 35 en la noche4 valor que aumenta en la unidad en promedio hasta 20.5 dB más. CIRENA, tiene un máximo valor registrado de 73.6 dB y un mínimo de 46.5 dB. El área que más se aproxima a los valores de ruido deseados es anhelo 1. A pesar de que para obtener los datos al personal de Cirena no se le informaron las horas de la medición, estas personas bajaban el tono de la voz al dialogar, o el volumen de la grabadora o salían del cubículo mientras se realizaban las mediciones. Si bien estos hechos podrían disminuir el nivel de ruido existente, los resultados evidencian que incluso así los valores son más altos que los permitidos. Es fundamental despertar la sensibilidad de todo el equipo de salud, particularmente de las enfermeras(os) para que procuren medidas de comodidad a los niños. Los resultados demuestran que los niños permanecen las 24 horas del día sometidos a niveles altos de ruido aunado a que la estancia hospitalaria es larga y los padres no están de forma constante a su lado. Las medidas que se pueden llevar a cabo para mejorar las condiciones ambientales acústicas en las zonas de hospitalización son de dos tipos, arquitectónicas y de educación sanitaria. A nivel de educación sanitaria, es necesario establecer rutinas de intervención con todo el personal del servicio, planificar y ejecutar campañas educativas que sensibilicen todos los trabajadores de la unidad para que ejecuten acciones que modifiquen los niveles de ruido. En la UCIN estos niveles se pueden reducir significativamente a través de acciones individuales o cambios globales; algunos ruidos innecesarios se pueden eliminar con las siguientes actividades8-11:
Estas acciones que se recomiendan, no implican mayores costos y son muy importantes para el cambio positivo en el ambiente del recién nacido, además son de fácil aplicación y ejecución. AGRADECIMIENTOS Las autoras agradecen al doctor Javier Torres, Gerente de Pediatría del Hospital Universitario del Valle, su apoyo continuo durante el estudio. De igual manera al profesor del Departamento de Física de la Universidad del Valle, Jesús Anselmo Tabares, por facilitar el sonómetro, equipo con el cual se realizó la medición de los niveles de ruido. Finalmente a Edgar Muñoz, estadístico de CISALVA quien suministró orientaciones para el análisis estadístico de los resultados. REFERENCIAS
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