En el Campo Experimental del Instituto de Investigaciones Agropecuarias (INIA), ubicado en la localidad de Vicuña (30° S; 70°44´ O), se evaluó durante cuatro años el efecto de la aplicación de P y K, considerando un mismo nivel de aplicación de N en vid (
Vitis vinifera
L.) var. Moscatel Rosada. El suelo corresponde al tipo misceláneo antrópico coluvial (Entisols). Se establecieron tres tratamientos de fertilización: 1) N 160 + P
2O
5 200 + K
2O 300; 2) N 160 + P
2O
5 0 + K
2O 300; y 3) N 160 + P
2O
5 200 + K
20 0. El parrón recibió toda la fertilización fosfatada aplicada al suelo al inicio del experimento, 200 kg ha
-1P
2O
5, como superfosfato triple en los Tratamientos 1 y 3. La fertilización nitrogenada se aplicó como urea, durante las cuatro temporadas, y se inició cuando las plantas alcanzaron un largo de brote de 20 cm. El K se aplicó a los Tratamientos 1 y 2 en dosis de 200 unidades de K
2O al suelo, usando como fuente sulfato de K, y durante el crecimiento del parrón, desde cuaja y hasta 30 días antes de cosecha, se aplicaron 100 kg ha
-1 adicionales de K
2O, como sulfato de K vía fertirrigación. Al segundo año de evaluación se observó un efecto significativo de la fertilización con P, el cual incrementó el número de racimos por planta. El K igualmente incrementó el rendimiento de fruta al tercer año. Esta respuesta se logró con niveles menores a 5 mg kg
-1 de P disponible en el perfil del suelo y menos de 145 mg kg
-1 de K de intercambio. Bajos contenidos iniciales de P y K disponibles en el suelo sugieren una alta probabilidad de respuesta a la aplicación de ambos elementos.