Los hongos micorrícico-arbusculares (AMF) forman simbiosis con las raíces de las plantas, favoreciendo su establecimiento, nutrición y tolerancia a condiciones adversas del suelo. En rotaciones de cultivos anuales algunos aspectos como el tipo de fertilizante nitrogenado utilizado y el sistema de labranza pueden afectar la densidad de propágulos de AMF y su funcionalidad en el cultivo siguiente. Para analizar el efecto de las prácticas agronómicas previamente mencionadas sobre la persistencia y densidad de los propágulos de AMF, se realizó un estudio en microcosmos simulando una rotación de cereales. Para esto, suelo previamente cultivado con trigo (
Triticum aestivum
L.) y fertilizado con urea (NH
4+) o nitrato de sodio (NO
3-) fue, en cada caso, disturbado simulando una labranza convencional (CT) o mantenido sin disturbar simulando cero labranza (NT) y cultivado con avena (
Avena sativa
L.), utilizando las mismas fuentes de N. Se observaron mayores densidades de micelio activo de AMF y longitudes de raíz colonizada en el suelo NT (76% y 497% mayor que en suelo CT, respectivamente; P < 0,001). Por otra parte, la interacción NT + NO
3- produjo una mayor densidad de esporas de AMF (75% mayor que en el resto de los tratamientos, P < 0,05), aunque mostrando una disminución respecto del cultivo previo de trigo. Estos resultados sugieren que la fuente de N y el sistema de labranza influyen interactivamente sobre la persistencia y densidad de propágulos de AMF, aspecto importante de considerar en suelos ácidos destinados a cultivos anuales.