es |
Reevaluando la nutrición como factor de riesgo para las enfermedades cardio-metabólicas
López-Jaramillo, Patricio; Otero, Johanna; Camacho, Paul Anthony; Baldeón, Manuel & Fornasini, Marco
Resumen
Introducción: El consumo de grasas saturadas es considerado como
un factor de riesgo para enfermedades cardiovasculares.
Objetivo: Revisar trabajos publicados sobre el papel de la ingesta de
macro-nutrientes en el riesgo cardiovascular.
Resultados: Varios meta-análisis y reportes del estudio PURE
demuestran que el consumo de grasa total, saturada e insaturada, no
se asoció con riesgo de infarto agudo de miocardio o mortalidad por
enfermedad cardiovascular. La alta ingesta de carbohidratos fue la
que se asoció con mayor riesgo de mortalidad total y cardiovascular,
mientras que el consumo de grasa total o de sus diferentes tipos se
asoció con menor mortalidad. Un alto consumo de frutas, vegetales
y legumbres se asoció con menor riesgo de mortalidad total y
mortalidad no cardiovascular. El consumo de 100 g de leguminosas,
dos o tres veces por semana contribuyó a mejorar las deficiencias de
nutrientes contenidos en estos alimentos y está asociado con una
disminución del riesgo de desarrollar enfermedades crónicas no
transmisibles.
Conclusión: Una dieta saludable debe ser equilibrada y variada,
estar compuesta con una proporción de carbohidratos complejos
ricos en fibra entre 50-55% de la energía diaria consumida, de grasa
saturada e insaturada (25-30%), proteína animal y vegetal (incluidas
las leguminosas) entre 15-25%, vitaminas, minerales y agua. Estos
nutrientes están abundantemente presentes en frutas, vegetales,
cereales, leguminosas, leche y sus derivados, huevos y carnes, por lo
que las políticas públicas deben promover la disponibilidad y acceso
a estos nutrientes dentro de los programas de prevención primaria
para disminuir la creciente prevalencia de enfermedades cardiometabólicas.
Palabras-clave
Nutrición; enfermedades cardiovasculares; ingesta; leguminosas
|